Si tu teléfono Samsung Galaxy  S II se apaga sólo, en cualquier momento, sin preaviso aún teniendo la batería cargada y no se vuelve a encender, no desesperes, hay una solución y no se trata de quitar la batería y volverla a poner y darle al botón de encendido para reiniciar el teléfono y descubrir que la carga de la batería se ha esfumado. Esta solución tiene una desventaja y es, que si ya duraba poco la batería, pues ahora durará algo menos. Pero es seguro que ya no se apagara solo. Es una aplicación llamada Wake Lock. Debes ponerla en el punto número 4. Esto evita que el procesador llegue a apagarse del todo. Le deja al ralentí, por así decirlo.